martes, 28 de febrero de 2017

Pasta con pesto de pistachos (preparación: 15 min/ cocción: 10 min)









Ingredientes:

- Pasta
- 200 gr de setas (yo usé shiitake mini)

Para el pesto:

- 50 gr de pistachos salados
- 1 diente de ajo pequeño
- 2 hojas de albahaca
- 1 cucharada de levadura nutricional (o de cerveza)
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen

Elaboración:

Desde que me hice vegano incluyo frutos secos en muchos de los platos que cocino y en el caso del pesto, que ya lo hacía antes, fui experimentando con distintas opciones. La verdad es que nunca lo hice con piñones, básicamente porque casi tienes que entregar a tu primogénito por un puñado (y para nada creo que valgan lo que cuestan). Así que las veces que lo hice fue con almendras, avellanas,... hasta cacahuetes. Y recordé que hace tiempo un colega me dijo que con pistachos también quedaba muy rico... así que vamos a ello, que es facilísimo.

Vamos a empezar por el pesto. Los pistachos que vamos a usar son los típicos con cáscara y salados. Es justo esa sal la que le va a dar un toquecillo genial a nuestra salsa. Así que en primer lugar vamos a por lo más laborioso. ¡Pelarlos!. Es más, vais a tener que hacer un ejercicio de autocontrol horrible y ¡pelarlos y no comerlos!. Después de pelarlos es recomendable intentar quitarles todo lo que podamos de esa "piel" oscura (sobre todo porque estéticamente, si se la dejamos, no nos va a quedar un color tan chulo). Yo simplemente los puse encima de un papel de cocina y los restregué con la mano presionando un poco. Tampoco hace falta que os matéis. Si conseguís superar este paso el resto es lo más sencillo del mundo. Simplemente metemos todos los ingredientes, menos la levadura nutricional, en un vaso batidor y batimos bien. Pasamos la mezcla a un bol, añadimos la levadura y removemos bien. Aquí podéis jugar con el aceite para conseguir la densidad que queráis. A mi me gusta que quede bastante espeso. Cuando lo tengáis a vuestro gusto lo reserváis.





Ahora podemos poner a cocer ya la pasta. Yo en este caso usé una pasta de berenjena y tomate, más que nada por la pijada del contraste de colores, pero podéis usar la que queráis. ¡Un consejo! En España somos muy (yo al menos lo hacía siempre) de cocer la pasta con aceite. Con esto lo único que conseguimos es que después no se impregne bien de la salsa. Así que la ponemos a cocer en agua con sal y mientras tenemos eso al fuego nos ponemos con las setas.

Paso dificilísimo. Tiramos las setas en una sartén con un chorrito de aceite y las salteamos un poco a fuego fuerte. En este caso usé unas shiitake mini que encontramos últimamente en una tienda eco. Pero podéis usar las setas que tengáis a mano. Otro consejillo. Cuando hago setas suelo salarlas cuando ya están doraditas para que no empiecen a sudar ya al principio y no queden como cocidas.

Cuando la pasta esté lista la escurrimos y la añadimos a las setas. Le pegamos 3 meneos y ya podemos emplatar cubriendo la pasta con un poco de nuestro pesto. Y listo.



Siempre digo lo mismo... pero es que es verdad. Todas las recetas (para mí no sólo las mías) están planteadas como una referencia para que juguéis con ellas. Así que podéis añadir más pistachos al pesto, sustituir (u obviar) la levadura de cerveza por algún parmesano vegano, cambiar las setas por tofu,... pero hacedla porque merece mucho la pena.

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