sábado, 29 de julio de 2017

Tigres de tofu y algas (preparación: 45 min/ cocción: 10 min)












    


Ingredientes:

Para la bechamel:

- 4 cdas de margarina
- 2 tazas de harina
- 2 tazas de leche de soja sin azúcar
- 1 pizca de sal

Para el relleno:

- 30 gr de tofu
- 30 gr de espagueti de mar
- 2 cdas de alga nori en copos
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 cayenas
- 1/2 vaso de vino blanco
- 3 cdas de salsa de tomate
- 2 cdas de salsa de soja
- Sal

Para el rebozado:

- 5 cdas de harina de garbanzo
- 6 cdas de agua
- Pan rallado

- Hojas frescas de laurel (opcional)


Elaboración:

Hace ya bastante que intenté hacer una versión vegana de los mejillones rebozados (tigres), y no había quedado muy contento. Me había salido un cuenco con una masa gratinada y demasiado pesada. Pero el otro día dando un paseo por el río cogí un manojo de hojas de laurel, me puse a pensar en qué hacer con ellas, me acordé de los tigres y se me ocurrió usarlas como si fueran la concha del mejillón. Así lo hice, quedé contento con el resultado y además la hoja de laurel también le da un toque de sabor muy bueno. La receta no es de las más rápidas que tengo, ni de las que menos ingredientes lleva, pero tampoco es demasiado complicada. Y si no conseguís, por ejemplo, las algas que incluyo en los ingredientes, como siempre os animo a que experimentéis y probéis con otras, que seguro que también quedan muy bien. De hecho, como pongo, las hojas de laurel son totalmente opcionales. Si queréis simplificar más la receta podéis prescindir de ellas y hacer simplemente croquetas. Pero la verdad es que para quedarse con la gente son un puntazo. Así que vamos allá.

En primer lugar vamos a poner las algas a hidratar en un poco de agua caliente. Nos olvidamos de ellas por ahora y nos ponemos ya con el tofu. Como siempre lo vamos a romper con las manos, pero esta vez no en trozos muy grandes. Tampoco lo vamos a desmigajar como si fuéramos a hacer revuelto de tofu. Simplemente queremos que se note en el relleno, pero que no sean cachos muy grandes que además nos restarían consistencia a la masa. Cuando lo tengamos lo ponemos a dorar a fuego fuerte en un fondo de aceite junto con las guindillas picadas. Cuando ya esté algo dorado añadimos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento picados muy fino, bajamos a fuego medio, salamos un poquito para ayudar a pochar y removemos de vez en cuando. Cuando la cebolla esté transparente escurrimos las algas reservando el líquido, las picamos también y las incorporamos al relleno. Dejamos que se cocine un poco mientras removemos y añadimos el medio vaso de vino, la salsa de tomate, la de soja y otro medio vaso del agua que usamos para hidratar las algas. Removemos un poco y dejamos que se vaya cocinando a fuego medio/bajo.

Mientras tenemos eso en marcha nos podemos poner con la bechamel. Esta vez queremos una mezcla espesa para que no se nos desmoronen cuando estemos empanando. Así que echamos la margarina en una olla a fuego medio y esperamos a que se derrita. Incorporamos la harina y removemos con unas varillas para cocinarla un poco. Aunque se os forme una pelota tranquis. Ahora ya vamos añadiendo poco a poco la leche de soja sin azúcar. Realmente a mi no me preocupa el pasarme con el líquido porque tiene fácil solución. Seguir removiendo como un loco hasta que tenga la textura que queremos. Salamos un poco y removemos bien hasta que tengamos una bechamel bastante densa.

De vuelta con el tofu tenemos que esperar a que el líquido se haya reducido casi por completo. Podéis comprobar como está de sal y ya añadimos la bechamel a la mezcla. Removemos bien y si veis que os queda todo demasiado suelto lo dejáis un poco más al fuego y seguís removiendo un rato. Pero tened en cuenta que cuando enfríe va a ganar consistencia. Así que cuando ya esté lo sacamos del fuego y lo dejamos templar para meterlo un rato en el frigorífico, que siempre nos va a facilitar el montaje. 

Mientras tenemos eso enfriando un poco nos podemos poner con la mezcla para el rebozado. Yo no me complico. 5 cucharadas de harina de garbanzo, 6 de agua y a remover muy bien. Os tiene que quedar una textura como de natillas. Cuando lo tengamos lavamos y secamos la hojas de laurel y nos ponemos a mano un plato con pan rallado. Este quizás sea el paso más engorroso... pero vale la pena. Cogemos nuestro relleno, hacemos como una croqueta (yo me ayudé de dos cucharas) y la "amoldamos" a la superficie de una hoja de laurel. La pasamos por la mezcla de harina de garbanzo, escurrimos un poco, pasamos por el pan rallado y ya está listo para freír. Una sartén con aceite que cubra, fuego medio/alto, un par de minutos por cada lado, y los dejamos en papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Y listo. 



Como os decía al principio, prescindiendo de las hojas de laurel vais a conseguir unas croquetas también muy resultonas. Y como siempre, si queréis variar las algas, añadir o quitar picante, meterle unas setas,... lo que se os ocurra... adelante. Experimentar siempre es bueno. Y a disfrutar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario