Ingredientes: (para 2 personas)
- 200 gr de pasta fideuá
- 200 gr de portobellos
- 100 gr de espinacas frescas
- 1 cebolla grande
- 1 cda de tomate concentrado
- 1/2 taza de salsa de tomate
Para el gratinado:
- 100 gr de almendras crudas
- 3 dientes de ajo
- 2 cdtas de perejil picado
- 1/4 de taza de aceite de oliva
Elaboración:
Esta semana visitamos una tienda de Pontevedra que nos encanta (Tienda Pot) y por fin nos decidimos a comprar unas soperitas de Revol individuales a las que le echamos el ojo hace tiempo. El caso es que con vistas al otoño ya tenía en mente unas cremitas de verduras, pero mientras estábamos pagando la dueña de la tienda nos empezó a hablar de lo buenas que eran las soperas, que ella hacía de todo en ellas, incluso gratinados... así que ya se me cruzaron los cables y decidí tirar por ahí. Y como ya tengo otras recetas con gratinados comunes decidí cambiar un poco y la verdad es que estoy muy contento con el resultado. Es un plato muy muy sencillo y rápido y, como veis, no necesitamos ningún ingrediente raro, así que vamos ya a ello.
En primer lugar vamos a cortar en láminas los portobellos. Si son muy grandes podéis cortarlos a la mitad. Ponemos en una sartén un fondo de aceite a fuego fuerte y los echamos a dorar. Siempre espero para añadirle la sal, porque si no empiezan ya a sudar y no se doran bien. Cuando ya tengan colorcillo añadimos la cebolla picada, salamos y bajamos a fuego medio/bajo. Si queréis en este momento podéis poner a cocer la pasta. Cuando la cebolla ya esté pochada añadimos las espinacas simplemente lavadas (si son grandes las podéis trocear un poco). Y mientras tenemos eso al fuego podemos ponernos con la mezcla para el gratinado.
La verdad es que no tiene ninguna complicación. Simplemente ponemos en una picadora las almendras, el ajo y el perejil y vamos picando (con golpes cortos) hasta que esté todo picado, pero sin llegar hacer una "masa". Añadimos el aceite, removemos bien y reservamos.
De vuelta a los fogones, podemos poner ya a precalentar el horno en modo gratinado, escurrimos ya la pasta, la añadimos a los portobellos con espinacas y echamos la cucharadita de concentrado de tomate (podéis prescindir de ella si queréis) y la salsa de tomate. Removemos bien para que se integren todos los sabores y ya podemos echar la mezcla en el recipiente que queráis. Cubrimos con nuestra mezcla de almendras y ajo y lo metemos a gratinar. Estad pendientes porque en un minuto o dos ya es suficiente para que quede una costra tostadita.
Y listo. Ya sólo queda esperar a que enfríe para poder meterle el tenedor. De nuevo os animo a improvisar un poco. Seguramente si cambiamos el tomate por algún queso vegano, una nata de soja,... también quedará tremendo. Así que ya contaréis. A disfrutar.
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