jueves, 15 de diciembre de 2016

Cintas con soja texturizada y salsa de cacahuete con soja (preparación: 15 min/ cocción: 15 min)































Ingredientes:

- Cintas de pasta (yo usé de espinacas)
- Soja texturizada (yo la usé en tiras)
- Una cebolla
- Un pimiento rojo
- Un puñado de cacahuetes
- Semillas de sésamo 

Para la salsa:

- 3 cucharadas de mantequilla de cacahuete
- 3 cucharadas de salsa de soja o tamari
- 1 cucharada de aceite de sésamo
- 1/2 cucharada de vinagre de arroz
- 1 diente de ajo picado
- 1 cdta de jengibre fresco rallado
- 1 cdta de panela

Elaboración:

Creo que la primera vez que probé esta salsa fue en frío con unos tallarines crudos de calabacín, con pimiento y no sé que más. La verdad es que así ya me encantó, pero estamos en el norte... y como que ahora mismo no apetece algo muy fresco. Así que vamos a hacer un plato muy exótico, potente, facilito, resultón y caliente.

Lo primero es, como siempre, poner a hidratar la soja. Ésta es de Vantastic foods, pero podéis usar la que queráis (menos la fina fina... que si no sólo vais a conseguir una boloñesa de cacahuete). Para ponerla a hidratar yo le añado un poco de sazonador para carnes (podéis usar pimentón), un buen chorro de salsa de soja o de tamari y después agua caliente hasta cubrir.

Mientras tenéis eso hidratando podemos ir preparando la salsa. Nivel de dificultad: "Se me cayeron los ingredientes al suelo y ya se hizo la salsa". En serio. Simplemente mezclamos todos los ingredientes y removemos bien para que se integren. Yo el ajo a veces en vez de picarlo muy muy finito lo paso directamente por un triturador de ajos. Cuando estén todos los ingredientes bien mezclados reservamos la salsa y nos ponemos ya con la soja.

Escurrimos bien nuestra soja texturizada y la ponemos a dorar a fuego fuerte en una sartén con un fondo de aceite (podéis usar de oliva o también de coco). Mientras se hace podemos ir picando la cebolla y el pimiento en juliana (no muy fina) y cuando veamos la soja doradita los añadimos a la sartén y bajamos a fuego medio.

En este momento podéis ir poniendo a cocer la pasta.

Cuando la cebolla esté transparente incorporamos la salsa (si queréis podéis reservar una poca para añadir ya en el plato. En crudo siempre queda más potente) y removemos bien. No hace falta que se reduzca mucho. Simplemente que la salsa impregne bien todo y dejamos reposar.

Mientras tanto picamos un puñado de cacahuetes y los tostamos un poco en la sartén. Truquillo: yo nunca los echo directamente de la sartén al plato. Primero los pongo en una tabla o plato para que enfríen un poco y así queden crujientes.

Y ya podemos emplatar. Ponemos una cama de cintas, la soja con las verduras y la salsa y decoramos con los cacahuetes y unas semillas de sésamo (usé negro). Yo a mayores le puse unos gajos de lima, que también le va guay. Y listo. Para mi es un plato que está tremendo, pero te tienen que gustar los sabores exóticos (yo le echaría jengibre a casi todo). Si además os va el picante podéis añadir a la salsa un poco de Sriracha o alguna otra salsa de chile, que también queda tremenda. Pero ya experimentaréis y me contaréis que tal. ¡A disfrutar!


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